El pueblo donde vivían los abuelos a mediados del siglo pasado, como la mayoría
de los pueblos del norte de México , se debatía entre la tradición y la
modernidad. En lucha continúa entre la
economía de autoconsumo que habían heredado de sus ancestros y el reciente pero
fortísimo embate del desarrollismo económico capitalista que provocó, entre
otras cosas, el abandono del campo, el desmesurado
y desordenado crecimiento de las ciudades, exacerbó la producción de bienes de
consumo y el consiguiente consumismo, todo
ello en detrimento del equilibrio ambiental
y ocasionando una paulatina pérdida de factores culturales e
identitarios en las zonas rurales , mientras que en las urbes los cinturones de miseria se agigantaban
alimentados con emigrantes venidos del campo.
Como ejemplo pongo a mi familia. Los abuelos Juan y María
tuvieron 10 hijos, 5 mujeres, 5 varones; los 5 hombres partieron a los EU como
braceros y allá se radicaron 4 de manera definitiva; de las 5 mujeres, 4
estudiaron la normal y se incorporaron
al magisterio, desde luego las 5 emigraron a la ciudad. Paulatinamente la
casona, los huertos, los corrales y las parcelas se fueron abandonando, a cargo solo de los dos viejos.
Este proceso fue tan devastador que quedó impreso en la
memoria colectiva de múltiples maneras,
reflejándose en las expresiones de la cultura popular, como en “Las ciudades” de José Alfredo Jiménez : “…Te
quise amar y tu amor no era fuego no era lumbre. Las distancias apartan las ciudades, las
ciudades acaban las costumbres”. La cual escuchábamos por aquellos años en el radio de transistores de mi abuelo.
No quiero decir que todo tiempo pasado fue mejor, ni que la visión
de progreso basado en el desarrollo estuviera del todo mal, pero los hechos
actuales nos han mostrado que en alguna
parte de ese camino se perdieron elementos fundamentales para la convivencia.
Estoy segura que con el tiempo, no solo los chihuahuenses
sino la humanidad entera deberá
reaprender aquellos saberes
extraviados para poder
sobrevivir. Por lo pronto la nostalgia nos puede servir de alivio.
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